Sin un delantero de sangre azul, el Madrid le ha metido nueve goles a su principal competencia en tres horas y media y ha alzado la primera copa del curso.
Eso, el undécimo entorchado de Ancelotti como técnico blanco y una superioridad táctica, física y anímica sobre el Barça dejó la semana en Arabia. También un hat-trick de Vinicius, tan revoltoso y determinante como antes de su lesión, y un nuevo cargo contra Xavi, que esperaba de la competición una palanca y se ha encontrado una palada.
El Madrid conquistó el partido a su gusto: marcó pronto y tuvo luego licencia para correr. El Barça ganó la pelota y perdió el espacio, el partido y gran parte del crédito. De la final de 2023 no ha pasado un año, sino un siglo.