Sabá. Bajo una mañana fresca, la feligresía católica de Sabá, participó del via crucis de este Viernes Santo, el cual recorrió la ciudad de un extremo a otro por primera vez.
El cementerio municipal, ubicado en el barrio La Pava, en la zona este de la ciudad, fue el punto de partida de este acto de piedad, el cual culminó en la cruz del perdón, que está en el barrio El Chorro, en lado oriental de la ciudad.
Los fieles acompañados de su párroco, Edwin Lopez, meditaron en cada una de las 14 estaciones. Hombres, mujeres; ancianos y niños, madrugaron para vivir esta procesión en la que se recuerda el camino de Jesús a la cruz.
Meditando en aspectos de la vida personal, comunitaria, así como reflexionando sobre los temas de sociales, políticos y ambientales, que acechan al país, se desarrolló el santo vía crucis, que por primera vez cambió su ruta tradicional.
Cuando meditaban en la décima primera estación, donde Jesús es clavado en la cruz, la lluvia sorprendió a los fieles, un momento que se volvió más reflexivo con este signo. Las sombrillas, pronto se abrieron y el panorama en la calle que lleva a la cruz del perdón, cambió, y aparecieron los charcos de agua.
