Redacción. – Tocoa, un pueblo con más de 142 años de historia que se convirtió en una ciudad pujante gracias a la bondad que ofrece el extenso y majestuoso Valle del Aguan con sus 10,266kilómetros cuadrados y una longitud de 240 kilómetros, el valle se divide en Alto, Medio y Bajo Aguan..
El Aguán es un río del norte de Honduras. Se origina en las tierras montañosas centrales del oeste, en el municipio de Yorito, Yoro.
En la medida que hace su recorrido recibe muchos afluentes de ríos importantes, algunas ya secos por la mano indiscriminada del hombre tales como río San Juan, situado en Olanchito Yoro, pero que aún lo alimentan los ríos Yaguala, Mame, Jaguaca, Monga en Sabá (a punto de secarse), Cuaca, San Pedro, Tocoa, Taujica, (igual que otros a punto de colapsar), Sonaguera, El Coco (casi seco) y rio Tepí entre otros que ya no existen.
Toda una riqueza, algo impresionante, algo que la naturaleza nos regaló y que como sabemos, los asentamientos humanos provocan destrucción donde sea que vayan. Es esa tierra bendita donde irónicamente se dice que ‘si metes la mano al suelo y te descuidas nacen raíces en tus dedos” (Folklore), es ahí donde unos pobladores decidieron fundar Tocoa aproximadamente en 1882 según historiadores locales y nacionales. Al estar situada en esa zona geográfica, no solo es afectada por sus inundaciones, sino también beneficiada por todo lo que eso conlleva a ser uno de los mejores suelos para la agricultura en Honduras.
Entre 1962 y 1973 se conforma la Reforma Agraria y el Bajo Aguan fue testigo de ello, lastimosamente de esas organizaciones le sobreviven unas pocas, ya que para 1992 con el afán de fortalecerlas desde nuestra perspectiva; la idea era que las cooperativas tuvieran acceso a créditos y pudieran fortalecerse financieramente, pero eso ocurrió nada más con unos pocos, en su gran mayoría vieron la oportunidad de venderlas y prácticamente quedaron en la calle; no apreciaron la bondad, riqueza y oportunidades de desarrollo humano que hay aquí. Hay movimientos de recuperación de las tierras; sin embargo, con algunos entuertos de tipo legal.
El valle del Aguan junto al del Sico y Paulaya, son el tercer polo de desarrollo del país, donde se produce Banano, plátano, granos básicos (AHORA MUY POCO), palma africana y sus derivados, leche y sus derivados, carne bovina, sandia y otras hortalizas que por la humedad relativa del Bajo Aguan no es tan bueno como si lo es el alto y medio aguan. Dicho esto, la ciudad de Tocoa se convirtió en el epicentro comercial de la región, Colón ya era una zona muy productiva y su despegue económico no fue producto del narcotráfico, es y fue fundamentalmente por sus inicios como la capital de la Reforma Agraria en el país.
La ciudad creció, mas no su planificación y con un ingrediente de tener una sociedad bastante permisiva, está habitada en su mayoría por migrantes de departamentos cercanos y países amigos, pero que no se cuenta con organizaciones civiles sólidas y fuertes que apoyen en su desarrollo, salvo algunas como la Fundación San Alonso Rodriguez que trabaja con mucho ímpetu y que tuvo mucha beligerancia por los daños post Mitch, ETA y OTA, daños que aún persisten y duermen el sueño de los justos. Como no recordar al dinámico Geólogo español Ginés Suarez, con una visión extraordinaria, entendido en el tema de la gestión de riesgo y ordenamiento territorial desde una perspectiva de gestión de riesgo. En esa época se gestionó la planta para purificar el agua en Tocoa la cual continúa abandonada.
Desde hace 24 largos años, es decir; casi medio siglo se viene con el tema de la basura, allá por el 2002 se creó la empresa EMPREBAT (Empresa recolectora de basura de Tocoa), era una empresa que nació junto a Comadetol, le siguió TOLIN (Tocoa limpia) pero que ninguna dió sus frutos por la desidia municipal de todos los tiempos; la idea era trabajar de la mano con SERMUNAST para hacer una propuesta integral del manejo de la basura en todo el municipio, no solo del casco urbano, ya que las aldeas como Salamá y Quebrada de Arena que de las ladeas son las que más producen basura, dichos habitantes la botan en sitios clandestinos o a bordo de carretera como la CA 13, la cual se exhibe como monumento nacional.
El pésimo manejo de la basura tiene de rodillas a la industria, a la banca y al comercio en general, paralizadas las exportaciones de la región y sobre todo a una ciudad atestada de basura, junto a los ya problemas entronizados como lo son: alcantarillado sanitario, agua potable, ordenamiento vial y urbanístico con los cuales ya nos acostumbramos a lidiar con el día a día.
Corresponde a las autoridades junto a patronatos buscar una solución integral y quizá junto a otros municipios vecinos la instalación de un verdadero relleno sanitarito que sirva a todas las comunidades y darles el valor agregado a la basura recogiendo los desechos orgánicos y producir fertilizantes, reciclar todo el plástico, vidrio, metales a través de la creación de una empresa que se dedique al tratamiento de la basura y con los mismos recolectores que pasarían a ser empresarios, generando empleo y riqueza a las familias y por consecuencia lógica ofrecer una ciudad limpia que es lo que todos anhelamos.
Sabrá Dios cuando los tocoeños decidirán cambiar su destino.