Sabá. Con gran devoción la feligresía católica de Sabá, en el departamento de Colón, participa del santo viacrucis, que todos los viernes de Cuaresma se ha estado desarrollando en los diversos barrios y colonias de esta ciudad.
Desde las 6:00 de la tarde de cada viernes, inicia el viacrucis desde el punto que ya se ha establecido.
Hombres, mujeres, ancianos y niños, acompañan este acto de piedad, en el que los fieles meditan sobre cada una de las estaciones que le tocó vivir Jesús, desde su captura hasta morir en la cruz.
En cada estación y momento que vivió Jesús, se medita sobre temas de la actualidad. Es la iglesia que evangeliza y profetiza, a luz de esta de La Palabra. Es el espacio donde se denuncia el poder político y económico que reprime al pueblo con sus políticas e ideologías. También se cuestiona la vida personal y comunitaria, que con sus acciones siguen crucificando a Jesús.
Son 14 estaciones en las que se invita a la conversión personal, una exhortación a vivir en oración y ayuno. El viacrucis, congrega a familias, y los más devotos lo viven con el mayor sacrificio ofrecido. Ancianos arrodillados en calles de piedras, mujeres embarazas y otras en brazos, hombres con muletas y con otras dificultades para caminar, es la fe que mueve a estas personas.
Caminan largos trayectos que son agotadores, pero que para el creyente es una oportunidad para convertirse. Este viernes el viacrucis le toca a la comunidad de el barrio El Coyol, que empieza desde el puente en la carretera hacia Olanchito, y culmina con una santa misa en el templo parroquial.
Cada comunidad y movimiento asume un viacrucis, el viernes pasado el turno fue para la aldea de Lomitas del Este.
