Tocoa. El precio de la palma africana está por los suelos actualmente en el bajo Aguán, una tendencia común en este rubro cuando hay bastante producción, y donde el mercado internacional es el que define su cotización.
El precio de la tonelada una constante que los productores pequeños enfrentan cuando la cosecha es abundante, ahora el cambio climático es otro aliado que está haciendo difícil está actividad, que en los últimos años se ha expandido.
«Los veranos se han alargado y las cosechas han ido mermando», resiente Alejandro Irías, un intermediario de la ciudad de Tocoa, que en las últimas décadas ha sido testigo de esos cambios en el clima y su impacto en la producción y los costos.

«Lamentablemente cuando hay poca producción, por lo general el precio es mejor», reprocha Irías, en su báscula ubicada a orillas de la carretera CA-13, en la salida a Trujillo.
Ese comportamiento del valor no está en manos de las plantas procesadoras del aceite de palma africana.
«Nosotros dependemos de un precio internacional, muchos productores ahora se están dando cuenta a través de las certificadoras, que ahora todo productor debe saber la conversión de los precios en el mercado internacional, entonces no de depende de las fábricas nuestras», explicó Irías.
El precio actual de la tonelada de la fruta, está entre los 3,200 a 3,500 lempiras, un valor no muy rentable para el pequeño productor.
A pesar de los precios del mercado, los cambios repentinos del clima y otros problemas que hacer ver que el cultivo de palma africana ya no es rentable como otros tiempos, las básculas y los nuevos cultivos no se detienen en esta región, que sigue apostando por un desierto verde.